Blog de análisis y escritura de guión cinematográfico

martes, 12 de abril de 2011

El nudo de la trama y la pastilla de Neo en Mátrix



A veces todo se resume en elegir entre la pastilla roja o la azul. Aquella imagen de Morfeo sosteniendo las píldoras que le mostraban a Neo los dos caminos que podía tomar representa un ejemplo muy claro y elemental de lo que es el nudo de trama. Este recurso implica la aparición de un punto de inflexión principal donde el protagonista de la historia, una vez inmerso en el conflicto planteado, encauza la acción tomando un rumbo concreto, eligiendo cómo se quiere enfrentar a esa situación en la que se ha visto inmerso.

Existen muchas formas de realizar esa transición del primer acto de planteamiento al desarrollo más allá del nudo de trama que aquí explicamos. El incidente incitador, el detonante... son muchas las fórmulas y no hay una mejor que otra. Todo depende, como siempre, del ritmo y el contenido de la historia que se quiera contar. Sin embargo, todas coinciden en el mismo punto: el protagonista debe tomar parte implícita o explícitamente del giro de la historia. Siempre debe actuar como eje de la narración y no al revés.

En este caso, el nudo de trama debe ser activo, es decir, el personaje debe elegir el camino de la acción y emprenderla, no recibirla (en ese caso sería pasivo). La forma más natural, como en el ejemplo de Mátrix, de realizar este giro es mediante la toma de decisiones. En una situación concreta el personaje se ve forzado a actuar sobre el conflicto decántandose por una opción posible acorde con la actitud adoptada por el mismo en el relato.




Es muy positivo ofrecer varias alternativas posibles, no necesariamente dos o no siempre claramente expresas en la trama. Una de las fórmulas más efectivas consiste en mostrar las disyuntivas posibles para comprobar después si la que ha escogido el personaje se impone sobre las demás en el desenlace. Hay muchas posibilidades más, no importa si las otras opciones se pierden y ya serían posibles nunca más una vez tomada la decisión, tal y como le sucede a Neo decide ir a Mátrix y ya no puede volver a su vida normal. Lo importante es dejar claro el sentido de la película una vez producido el giro argumental.

La inclusión del nudo de trama debería respetar más o menos la estructura de los tres actos, y colocarse justo detrás del primer acto. Es decir, sobre los minutos 25 o 30. No tendría sentido alargarlo una hora pues rompería el ritmo del discurso narrativo. Además, hay que procurar que en la escena se produzca un "mini-clímax", que sea una situación de tensión o de impresión dramática, con mucha ambientación para que se remarque la fuerza del giro que se va producir en la película.

En el ejemplo de Mátrix, aunque sea de una forma demasiado elemental y algo previsible, se cumplen todos los elementos comentados de una forma muy clara. En esta escena se resume y reformula el planteamiento en boca de Morfeo y Neo frente a él es quien decide el rumbo de la película.

3 comentarios:

  1. Miguel, enhorabuena por tu blog, que me ha parecido riguroso a la vez que fascinante. Y gracias por comentar en el mío, se agradece saber que alguien nos lee

    Un abrazo

    Harold y Maude, Esplendorenlaquiebra

    ResponderEliminar
  2. Hola Miguel. Excelentes las apreciaciones que haces, que ya quisiera yo para mi cerebrín. Me gusta el hecho de poder crear a partir de una toma de decisión que el espectador se plantee el qué pasaría si...Matrix a parte de ser una película con gancho visual se asienta en el excelente guión de los excéntricos Wachowski, ¡vaya dúo!

    Un saludo.

    ResponderEliminar