Blog de análisis y escritura de guión cinematográfico

sábado, 10 de septiembre de 2011

Super 8 y la fábula Sci-Fi


Super 8 ha recuperado una forma de hacer cine. Tal y como se esperaba. Antes de que la cinta dirigida por JJ Abrams y producida por Steven Spielberg llegara a las salas ya se hablaba de su innumerable cantidad de referentes cinematográficos, los cuales han acabado convirtiéndose en el principal foco de atención tanto para críticos como para espectadores. ¿Pero cuál es la clave que liga a Super 8 con las ya archiconocidas Los Goonies o E.T?

Se trata de un fondo narrativo común. En él se establece una fábula fantástica que relaciona dos dimensiones del conflicto: el desequilibrio del componente emocional de los protagonistas y la alteración de su entorno tras aparecer en él un elemento extraordinario. El primero aporta profundidad a la historia; el segundo debe enganchar, mantener ritmo y deleitar al espectador que busca puro entretenimiento en la pantalla. Todo ello teniendo en cuenta los guiños culturales y el enfoque juvenil que empatizan con el espectador.

Así sucede en Super 8 con el enfrentamiento padre/hijo (junto a la siempre presente nostalgia hacia la madre) y la aparición del terrorífico extraterrestre. En E.T (uno de sus muchos referentes) la ausencia del padre y el carácter solitario del protagonista eran las premisas que se enlazaban luego con la aparición del marciano. Pese a que son películas muy diferentes, el resultado está claro en ambos casos: relatos que desarrollan un cine de aventuras vibrante complementándose con una sólida base emocional que lo sustenta.

Y justo eso mismo, esa fórmula que puede convertirla en un gran reclamo, ha sido también una crítica recurrente. ¿Aporta de verdad algo nuevo Super 8 o es una película que se fundamenta en repetir lo que ya hicieron los clásicos a los que tanto debe? Cierto es que comparten una importante base narrativa y numerosas características que evidencian la notable influencia, pero también posee elementos propios que juegan su papel. La experiencia televisiva de Abrams (de sobra conocida) ha matizado el relato con un tono más oscuro y una dosis de su característico suspense (el accidente del tren, los pequeños cubos o el papel de los militares).

Sin embargo, no suponen más que meros repuntes de una voz personal que, ante todo, ha querido reivindicar una manera de contar historias. Sin ninguna vuelta de tuerca pero con una efectividad fuera de toda duda. Al menos, para los nostálgicos.

2 comentarios:

  1. Tremendamente oportuno vuestro post, pues coincidió con el estreno de Fallin Skies, que sigue al pie de la letra los postulados de la fábula Sci-Fi que proponéis en él.

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